18 noviembre 2007

Nunca digas nunca

Es domingo, esa hora en que las sensaciones se sienten en la boca del estómago, y no hablo precisamente del hambre. Hablo de la angustia de los domingos a la tardecita, qué cosa, ¿no? Tengo casi comprobado que es una sensación universal. Una languidez, un nudo en el estómago, una tristeza leve, cuando está bajando el sol. Para combatirla cada uno tiene su método, supongo. En mi caso lo mejor es ponerme a preparar las cosas para el día siguiente y salir un rato de casa, o darme un buen baño de inmersión o -ahora que estoy en Australia- tomarme una copa de vino, Shiraz preferentemente. Empecé por la vianda de Coni, y mientras untaba un "sandwich" me reía para mis adentros pensando en los cambios que sufrimos (qué expresión esa... "sufrir" cambios) en nuestras (no tan) férreas convicciones los inmigrantes:
Hete aquí que al llegar me encontré con que, a partir de la sala de 5, el colegio no brinda el servicio de comedor escolar sino que cada chico debe llevar su vianda. Genial, me dije, mientras los primeros días trataba de mirar qué habían mandado las otras mamás para tener más ideas que el simple sandwich de queso. Las opciones estaban de por sí limitadas ya que la vianda debe ser totalmente láctea, por el tema de cashrut, y, además, la escuela adoptó la política de prohibir completamente en todo el ámbito del colegio todo lo que contenga nueces y sus derivados, por el alto índices de niños alérgicos en el país. Dispuesta a brindarle a Coni la mejor vianda del Bialik College me embarqué por unos días en mi gran empresa culinaria en busca de ideas ricas, variadas y sanas. Grande fue mi sorpresa al ver que las demás viandas contenían comida en general y sándwiches en especial que daban por tierra con todo lo que yo entendía por "un almuerzo saludable": el horror total lo personificaba el sándwich de... mermelada! Qué cosa indignante, y cuánta ignorancia estas australianas, mandar pan-mermelada-pan para el almuerzo, qué no tienen ni idea, que eso engorda, y que patatín y que patatán. ¿Y esos fideítos fritos crudos? Pero por favor, no tienen ni idea, eso engorda como la gran siete, yo nunca, jamás de los jamases le voy a mandar a mis hijos eso en la vianda...
Pero acá me ven -me veo-, en un domingo caluroso, cuando está bajando el sol, a la hora del nudito en el estómago, untando un sándwich de mermelada de frutilla para la vianda de mi hija, mientras con la otra mano abro la alacena y saco un paquete de fideítos fritos marca Maggi, porque, en realidad, de a poquito, vamos dejando de lado la superioridad con que nos manejamos al principio los inmigrantes (todo todo lo hacemos más y mejor, en nuestro país de origen...) y vamos adoptando las costumbres del lugar. El famoso "a donde fueres, haz lo que vieres" es tan cierto en su tono imperativo como en su consecuencia natural. Penetra lenta pero segura la costumbre del lugar, aunque hayamos dicho nunca jamás... nunca jamás... Y me pregunto cuántas inmigrantes como yo han dicho, al llegar al país al que migraron, "yo nunca voy a hacer tal cosa... cenar a las seis de la tarde... hacer un cumpleaños en una plaza... ir descalzo por la calle... usar el papel higiénico para sonarme la nariz y guardar los bollitos usados adentro del rollo (los de Israel lo habrán visto, no? :)... comer papas fritas con mayonesa (Holanda)... dejar de saludar con un beso... caminar con sombrilla por la calle... guardar la ropa sin planchar...

6 comentarios:

  1. Hola Dani!! y si...
    Nunca jamas desayunare huevos y ensaladas a la manana, nunca jamas usare las zapatillas crocs ni shoresh, nunca jamas saldre asi nomas al super de la esquina y tantos otros nunca jamas que pense que nunca jamas... y aqui hostoy... practicandolos toditos..jaj!!
    Coincido plenamente con la sensacion del domingo a la tardecita inclusive estando aca que es un dia laboral... no lo puedo evitar...!!
    Un besote!!
    Iri

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  2. vos sabes que yo del del papel higienico lo adopte ya en Arg, antes de saber que tambien se hacia en el pais al que queria llegar. Pero sí, no puedo dejar de admitirte aunq me de verguencita y duela un poco que deje de saludar con besos a las personas que recien conozco, conozco poco o se que no acostumbran dar besos. Tanto es asi que ya las personas a las que solia besar me lo tienen que hacer acordar... Que cosa!
    BESOS!
    Rosi

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  3. Hola Dany
    Vos sabes que Tomi, va al cole jornada completa y almuerza en el colegio. Por supuesto opte por la opcion comedor y no vianda, porque la realidad es que no me veo pensando un menu para cada dia y cocinar todas las mañanas antes de salir. Mis amigas que mandan vianda me dicen que la preparan el dia anterior, pero a mi, al mejor estilo "idishe mame" no me gusta.
    El tema es que, cuando terminan las clases, Tomi va a la colonia y ahi, si, es todo una fiesta para el, porque yo acepte que fuera con vianda.
    Por supuesto cada dia otro menu,milanesa de pollo, de carne, pescado, huevitos de codorniz, knishes, ravioles (que por supuesto los hago a la mañana y los pongo en las fuentes de aluminio descartables con toda la salsita para que se los calienten)
    Hasta los profes me llegaron a decir, eh !!, pero Tomi viene a un restaurant.
    Un dia Tomi me dice, mama, yo quiero esa comida que lleva Nico.
    -Cual ? le conteste interesada en incorporar una nueva y sabrosa receta.
    Esa que es una montaña de fideos alta y que no se cae.
    Ja, no se si te diste cuenta que es? La mama de Nico mandaba los fideos frios en un tupper, todos apretados, asi a la que te criaste y no en una bandejita como yo, con nombre y lista para calentar.
    Pero el jardin del vecino siempre es mas verde.
    Por ahora, yo que vivo en mi pais, hablando el mismo idioma, digo "Nunca voy a mandar asi la comida, en una moñtaña de fideos pegoteados"
    Pero, vamos a ver cuando empiece este año nuevamente la colonia, quien dice....asi que...,nunca digas nunca.
    Besos
    Silvy

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  4. Iri... los croc! Aca son un boom y tabien yo dije nunca jamás esa cosa para mis hijos, me hacen acordar a las skippy, que te dejaban todo el pie traspirado... hoy Jere las tiene en...a ver... tres colores diferentes! besotes y te propongo nos hablemos los domingos a la noche de Australia que es la tardecita de Isra para darnos fuerzas, jaja!!

    Rosi, me pasa igual, casi no beso ni a Sergio, jaja!!! Tengo un cuento escrito que se llama Besame Mucho que saco una mencion, lo escribi aca en Australia, voy a ver si lo puedo poner en el blog, se trata exactamente de eso. Besotes.

    Silvy... ¿me adoptás? Jaja, que ricas viandas, que no se entere Coni, ieie!! Acá no podés pedir que les calienten la comida, yo no mando la montañita de fideos (nunca!!...) se los mando en un termo. Besos a Tomi (algún día le tenés que decir que cuando se case la cosa puede cambiar ;) )

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  5. Hola Dani,
    Que cierto que es que uno al vivir en un nuevo país, quiere seguir con algunas de sus porpias costumbres. Sin embargo, al pasar el tiempo uno se adapta a su nueva comunidad con sus costumbres incluyendo las culinarias. Yo nunca hubiera imaginado comer papas con huevo a la mañana. A mí, mi cafecito con tostadas con queso crema dietetico. Sin embargo hoy me levanto a la mañana y mi estomago envia la señal al cerebro de unos huevitos revueltos acompañado por papas al horno con french toasts (no necesariamente pan frances) sino tostada saltada en manteca a la cual mi restaurant favorito le pone ricota con mermelada.Todo eso de desayuno a las 10 de la mañana. Nunca hubiera imaginado que iba a desear eso a tal hora. Mmmmm estaba buenisimo!! Claro despues de eso disfrutamos de un buen hiking en la montaña para no sentirme tan culpable con las calorias ganadas.
    Para agregar, el jueves tenemos una cena de Thanksgiving. A qué hora? A las tres!!!
    Besos,
    S.

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  6. Me alegra no ser la única que va contra sus propias reglas! Eso que decís de "las calorías ganadas" S., es tan tan tan argentino!!! Y eso sí, creo que NUNCA podría dedicarme a comer y ser feliz, sin importarme las calorías ganadas, eso lo llevo en la sangre, es más nunca que otros nunca no tan nuncas ;). Besotes, y a disfrutar del french toast, los huevos revueltos y el hiking: perfecto equilibrio:=)

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