Del lat. festa, pl. de festum. f. Reunión de gente para celebrar algún suceso, o simplemente para divertirse./f. Diversión o regocijo.
¡¿Eso es todo?! Pero, señores, ¡no puede ser! El que escribió el diccionario de la Real Academia Española o estaba medio dormido, borracho o impedido... ¡o nunca estuvo en una verdadera FIESTA! Por lo menos no en una como la que yo viví ayer, a todo trapo, a pura diversión, a todo ritmo, incansable, fina, lujosa, gourmet, imparable, fenomenal.
Después de una maratón de plegarias, puesta de tefilín, rezos y formalidades llegó finalmente la fiesta del Bar mitzvah de mi sobri.
Aseguro que nunca me he divertido tanto. Tampoco nunca vi una demostración de amistad tan efervescente, tan genuina, tan apasionada, como la de los amigos presentes en el salón. Los llamados "homenajes" (videítos o canciones en vivo y en directo, escritos, actuados y dirigidos por grupos de amigos, con disfraces, montaje, edición y la mar en coche, siempre destacando cualidades del homenajeado, en joda o en tono nostálgico, mezcla de "te acordás cuando íbamos juntos al jardín" con "mirá cómo te conozco, sé que sos así y asá", videítos, decía, que luego son pasados en la fiesta en pantalla gigante para deleite de todos) le dieron a la fiesta un toque autóctono. Las puertas del Salón se abrían por doquier para pasar a otro salón, y luego a otro, en donde nos esperaban más manjares, más shows, más conjuntos, más sorpresas. La ambientación (o sea, en buen criollo, "la decoración") nos ha dejado boquiabiertos. Qué buena elección de centros de mesa. Y cuántas velas, estratégicamente ubicadas. Además, los invitados nos volvimos a casa con más regalos (souvenir, le decíamos antes, pero esto lo supera) que el propio "bachur habarmitzvah". Desde la una del mediodía hasta las 11 de la noche no cupo un alfiler de silencio, un respiro sin bailar, mirar, oler, comer, reírse, cantar. Mi amiga Patri G. dice que para que haya fiesta tiene que haber algo de "exceso". ¡Pues entonces ayer hemos cumplido con el cometido, Patri!
Un observador externo podría concluir lo siguiente:
"¡Cómo saben hacer fiesta estos argentinos!"
O bien:
"Estos judíos sí que saben pasarla bien"
O quizás:
"Esta gente bien sí que sabe divertirse"
O tal vez:
"Estos argentinos de la cole sí que saben organizar fiesta cuando hay con qué, eh!"
Es mi obligación anunciar que, de ahora en más, quien necesite una organizadora de eventos no debe dejar de comunicarse con la madre del borrego (o sea mi hermana Marcela).
Ha nacido una nueva empresaria.
¡Salud! Y Mazal Tov.
Ah, me olvidaba, pequeño detalle...: "Pr$ductor", mi cuñado Rubén.
Ahora sí.
Que buena fiesta entonces!
ResponderEliminarPor que no me cuentas algunas de las cosas que hicieron?
Pronto celebro mi cumpleanios, y si bien sera una reunion con pocos amigos quiero hacer algun par de cosas originales... pero no se me ocurre bien que...
Un saludo, sigue disfrutando Argentina!
(Personalmente, yo soy de las que piensan que ustedes los argentinos si que saben pasarlo bien...) :)
Mirá, Irantzu, la verdad verdadera es que la mejor parte la pusieron los invitados: mucha pero MUCHA buena onda. Música de la buena (sé que te gusta Björk pero yo soy "músicoignorante" y no sé si eso es bailable o no). Comida variada, pero liviana así todos siguen bailando. Y alguna que otra sorpresita, tipo powerpoint de fotos viejas, o de fotos de amigos, o algún show de magia... Y si no llamá a mi hermana, jaja! Felicidades!
ResponderEliminarquerida cuñada. me encantò leer tus comentarios. y me emocionaron. no sabia que generaron tantas sensaciones. y algo muy en serio: valoro y agradezco el esfuerzo tuyo y de toda tu flia de venir para el BAr. !!!!!!!!!!!
ResponderEliminarAhora sí que no sé qué decir. Estoy hecha un mar de emociones, así que mejor no digo nada. Que siga la fiesta, cuña!
ResponderEliminarUn abrazo.