03 enero 2008

De película

Tengo dos películas infantiles para recomendarles. Y sí: estamos de vacaciones, y entre las opciones está la pantalla grande (ya agotamos pileta, pileta con olas, museos interactivos, shopping centers, televisión y mirar el techo, así que empezamos de nuevo, sobretodo porque -sólo en Australia...- otros lugares de entretenimiento de lo más divertidos están justamente "cerrados por vacaciones", como ser patinaje sobre hielo y un pelotero espectacular llamdo Taskworks (¿¿cuándo piensan abrir, el primer día de clases??). OK, aquí van las recomendaciones:
El otro día fuimos a ver Enchanted, la típica película de contraste, en la que una delicada hada de los cuentos es arrancada de su idílico bosque encantado y enviada por la madrastra mala nada más ni nada menos que a la ajetreada ciudad de Nueva York. La película es deliciosa porque también lo son los personajes centrales. Después de ver a la actriz principal actuar con sus modales finísimos y su bondad a prueba de todo, sus ojos grandes y dulces, su sonrisa compasiva, no podés menos que sentir que todos tus movimientos, hagas lo que hagas, son bruscos y toscos: tan etérea ella... tan terrenales nosotros.
Y hoy fuimos a ver Alvin and the chipmunks. Un compositor de canciones frustrado, que no logra firmar ningún contrato, cambia su destino cuando se cruzan en su camino tres ardillas (bah, una especie de ardillas) que no sólo hablan sino, también, cantan. La película me atrapó porque el personaje principal no es el típico "ganador", carilindo y superado sino una especie de antihéroe encantador. Además, mujeres, hay que aprender de él: los chipmunks le dejan la casa patas para arriba, todo tirado, roto, desparramado... él se enoja por escasos diez segundos y a otra cosa: ¡¡ni siquiera limpia!! Aaaahhh... quisiera ser Dave de la película y que la mugre no me importe un rábano!!!
Ahora bien, las películas muy recomendables pero tengo un pero (y esto no es sólo en el Dendy Palace de Brighton, Melbourne, sino un mal universal): ¡¡maldito el día en que se permitió comer pochoclo dentro de los cines, maldito cien veces y mil veces más!! Un día de estos fabrico una honda, voy al cine, compro pochoclo y le disparo al primero que haga crunch en mis oídos con la precisión de David contra Goliat.
Dénse por advertidos.

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