25 octubre 2007

El Bris


Para los lectores no iniciados en el tema, el Bris es la circuncisión de todo varoncito judío a la edad de 8 días. Con un elemento especial se corta el prepucio del bebé y se dicen unas plegarias: con ellos se sella la entrada del nuevo ser al pueblo judío. ...Bueno, siempre y cuando no haya abuelas custodiándolos celosamente por allí!!... aquí va la anécdota:


Era 10 de junio y estábamos todos reunidos en el lugar elegido para el Bris: el salón de actos gigante del Bialik College, donde Sergio y yo trabajamos. Había más de cien invitados y un servicio de comidas al mejor estilo Shuster (jeje, ni sé si seguirá existiendo, pero es un clásico!). En una salita de al lado -la sala de los profes de Teatro del cole- nos habíamos apostado Henry y yo, a la espera. Mi mamá estaba conmigo haciéndome de apoyo terapéutico. Faltaban unos minutos para el horario acordado cuando decidí ir al salón grande para ver cómo estaba el catering, ver quién había llegado y acortar la espera. Le dejé a Henry a mi mamá, quien lo acogió tierna y firmemente en sus brazos. A solas, nieto y abuela, antes del Bris.

En eso estoy en el salón hablando con Sergio y viene alguien (no recuerdo en este momento quién) y me dice "andá a la salita que te llama tu mamá". Voy. ¿Y qué veo?

En una especie de recreación del juicio salomónico, el Mohel -que había llegado en mi ausencia- todo vestido de blanco y gran kipá en la cabeza, y mi mamá, sentadita y aferrando "el paquete"...se disputaban a HENRY!!! Mío, tuyo, mío, tuyo, me lo das, no te lo doy, me lo das, no te lo doy, parecía leerse desde afuera. Al verme entrar el mohel me miró suplicante dándome a entender que sin bebé no habría bris. Claro, eso nadie lo duda. Así que mi mamá me pasó a Henry y yo le entregué a Henry al mohel... Y eso era justamente el meollo del asunto: mi mamá quería que la que entregara al bebé al mohel fuera yo, la mismísima madre.

La escena mientras yo estaba ausente fue así:

Justo unos segundos después de que yo saliera de la salita llegó el Mohel. Ve a mi mamá con el bebé y le dice, en inglés obviamente, que le dé al bebé para prepararlo para el Bris. Pero mi mamá le contesta, en castellano obviamente, que ella no le iba a dar al bebé porque quería que se lo diera yo, que fuera de mis manos hacia él. El mohel, claro está, no habla ni entiende castellano. Mi mamá, si bien entiende, no podía explicarle sus valederos motivos al mohel en inglés, con lo cual le seguía hablando castellano. Y así habrán estado unos cuantos minutillos, él agachadito pidiéndole al bebé en inglés, ella sentadita con el bebé en brazos contestando que no en castellano, en una ahora anecdótica negociación que quedará como rito iniciático de la entrada de Henry al Pueblo de Israel. Mientras tanto, el Mohel habrá pensado que con abuelas así ...la población de bebés circuncisos en el Pueblo Judío quedaría diezmada en cuestión de segundos!!

Allí arriba va una foto de Michael Gordon (el Mohel), Henry, mi mamá, Jere y yo luego de zanjadas las barreras idiomáticas y antes del corte fundacional.




2 comentarios:

  1. jajajajaaj, te cuento q tu Blog esta en "my favorites" en mi compu, pero ahora que te leo desde la facu: TE BUSQUE EN GOOGLE. Ya te encontre en google en el pasado, con tus cuentos publicados, pero todavia se me hace algo especial esto de que mis seres queridos "sean famosos" y esten google registrados ;0)
    Rosi

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  2. Y vos, Rosi, sos mi seguidora número uno!! Aguante Rosi así yo sigo escribiendo!!! Gracias y un beso enorme. Daniela.

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