Pobre Coni. Siendo la mayor la abarroté con correcciones a corta edad. Que baje los codos de la mesa. Que no se meta los dedos en la nariz. Que no se coma los chocolates de los demás. Que pida perdón, permiso y por favor non stop. Que pronuncie correctamente ("se dice oficina, no ofecina", etc.).
Pero Henry es el más chiquito. El "conchito" como dicen acá en Chile. El último. Así es que ésta es la lista de palabras y frases que NO quiero que corrija jamás:
"cumpelaños"¨
"poraguas"
"poraguas"
"salquetines" (en vez de "calcetines")
"busar" (en vez de usar)
"yo hagaré" (en vez de "haré)
Y las frases:
"mi pito tiene que esperar a mi poto" (ésta es cuando se sienta en el baño y se ve que las maestras le enseñaron a tener paciencia y no salir corriendo cuando terminó de hacer pis... sino que tiene que esperar... :))
Y la mejor, citando (parafraseando, diríamos) a Buzz Lightyear de Toy Story:
"Al enfermitooo y más alláaaaaaaaaaaaaaaa!"
Te amo Henry.
Beyond cute :)))
ResponderEliminarDany, genial lo de Henry. A mi me produce mucha risa cuando los escucho cambiar las palabras. Claro que en mi caso con la palabra Farmacia ( Fermacia para mi) me duro hasta bastante grande.jajaja Y parece que es hereditario porque a Guido y a Juli les pasaba lo msmo ;))
ResponderEliminarTe quiero
Marce
Cierto, Marce! Fermacia fue un clásico.
ResponderEliminarMe olvidé dos más de Henry: "luenga" y "árgol" :)