La cuestión es que Tomi y el otro bajur Bar mitzvá en un momento dado mantienen una conversación con el rabino. El rabino se llama Fabián. Fabián es un rabino del Movimiento Conservador. Fabián está casado y tiene tres hijas. Fabián es, además, profundo y cercano. Una mezcla de la sabiduría de nuestros antiguos sabios y el carisma de Marcelo Tinelli. Con los Tefilín puestos -enrollados alrededor del brazo y con la cajita sobre la cabeza- Fabián les dice que eso que tienen sobre sus frentes es una conexión Wi fi. Que no necesita pilas. Y que conecta online con Dios. Ellos sonríen. Y todos nosotros también. Fabián les pregunta en qué ocupan su tiempo aparte del cole. Tomi dice tenis. Después agrega que batería y guitarra eléctrica. El otro nene dice que Rugby. Y boxeo. Mi hermana recuerda que se olvidó de mencionar la banda. De Rock. Todos sonreímos. Y yo pienso en mi abuelo Raúl. Fabián les habla dulce, cercana y certeramente. Que cuando encuentren un tiempito entre tantas actividades no se olviden de dedicárselo a la Torá. Mientras tanto el fotógrafo saca foto. Acá debo aclarar: el fotógrafo profesional. Además estábamos todos los otros pseudo-fotógrafos haciendo de las nuestras. Ipad, Iphone, Galaxy, click y subida instantánea a Facebook o whatever. Y yo pensaba en mi abuelo. Que si se levantara de su tumba, probablemente miraría todos esos aparatos y pantallas portátiles, escucharía todo ese idioma nuevo, no entendería a cabalidad la nueva tecnología (me acuerdo cuando mi papá filmaba en las celebraciones familiares y mi abuelo Raúl y mi abuela Teresa se quedaban duritos como en una foto, y mi papá les decía es una filmación, hablen, hablen, y ellos quietitos, con la sonrisa apretada, estáticos y hablando pero entre dientes, para no moverse, sin entender muy bien); como decía, no entendería nada de lo "Tech" pero seguro -pongo las manos en el fuego- mi abuelo Raúl abarcaría con su mirada de sabio todo la sinagoga, fijaría los ojos en su bisnieto Tomás y, sin dejar de pensar que todos estamos un poco meshíguenes, se sentiría inmensamente orgulloso de su bisnieto tenista, guitarrista eléctrico, baterista, rockero y bajur Bar mitzvá, jazak jazak!
Sheéjeianu, Tomi.
Mazal Tov.